Voltear al Poder Judicial

Por Gilberto Pérez Castillo

La dinámica política que ha vivido nuestro sistema política ha hecho que en la mayor parte del tiempo casi todos, incluidos los Medios de Comunicación, nos olvidemos que los Poderes del Estado son tres y no dos.

La atención de los medios de comunicación, en el caso de la política estatal, se centró durante muchos años en el Poder Ejecutivo, es decir en el Gobernador del Estado, por el apabullante dominio que éste tenía sobre los otros dos Poderes.

Ahora que el Poder Legislativo, es decir el Congreso del Estado, ha tomado su propia importancia e independencia respecto del Ejecutivo, la atención se centra en estos dos Poderes pero se sigue ignorando al Poder Judicial.

Sin embargo, la importancia que tiene el Poder Judicial, no sólo en la impartición de justicia, sino como un elemento indispensable del desarrollo económico y social de una comunidad nos debe obligar a darle más atención a este Poder del que le hemos dado.

El no ser foco de atención le ha permitido que el Poder Judicial se haya convertido en una especie de caja negra donde la corrupción, el nepotismo, el amiguismo, la excesiva burocracia y la ineficiencia se imponen e impiden que tengamos un sistema de justicia verdaderamente expedita y honesta.

Con el supuesto de mejorar al Poder Judicial, hace años se creó el Consejo del Poder Judicial, entidad que supuestamente vendría a generar la condiciones para que la honestidad, la capacidad y la eficiencia fueran la tónica del trabajo de los jueces y los magistrados encargados de impartir la justicia en Jalisco.

Sin embargo, quienes han actuado como Consejeros en el Consejo del Poder Judicial han optado por acomodarse a las inercias y prácticas ineficientes y corruptas del sistema que iban a corregir, beneficiándose también del nepotismo, la ineficiencia y la corrupción.

Al día de hoy el Consejo del Poder Judicial es una instancia donde también se práctica el reparto de cuotas de poder, la corrupción tolerada por los Consejeros, la ineficiencia, el nepotismo y el amiguismo.

Es decir, el doctor que iba a curar al enfermo acabó contagiado de las mismas enfermedades del enfermo.

Esta situación, por el impacto que tiene como freno en la impartición de justicia y en el desarrollo económico de Jalisco, debe obligar al Congreso del Estado, al Gobernador del Estado, a los Medios de Comunicación y a toda la comunidad a ponerle la atención que se merece a lo que sucede en el Poder Judicial del Estado.